Lo cierto es que la gente se
atrae, se repele o se ignora por razones que no siempre se acierta a definir.
Se cree que existe un fuerte componente mental. No existen reglas fijas
que indiquen por qué deseamos a alguien. Entran en juego desde el factor
genético hasta el aprendizaje sentimental.
Por lo tanto, podemos decir
que son muchas las causas que
definen nuestros gustos a la hora de sentirnos atraídos por
alguien. El elemento cultural, el modelo educativo o nuestras propias
experiencias, entre otros factores, van a crear nuestro mapa mental que será
determinante para desencadenar la cascada química de la atracción o el
enamoramiento. Por ejemplo, habrá individuos que se fijarán en el atractivo
físico, el dinero, o en la diversión que pueda proporcionarle la otra persona.
Pero lejos de un cuerpo perfecto, una posición económica envidiable, o una vida
social muy deseable, hay gente que
se siente atraída por la inteligencia. Quien siente
atracción por esa cualidad en el sexo opuesto, es un “sapiosexual”.
Los que admiten sentirse
atraídos por “el interior”, y más concretamente, por la capacidad intelectual,
suelen iniciar sus preliminares con conversaciones interesantes (sobre política, filosofía, etc.)
y se excitan debido al “insight” de
otra persona. El sapiosexual se siente estimulado o desafiado por la manera de
pensar del otro. Básicamente, encuentra el intelecto de su pareja sexual como
su rasgo más atrayente.
Más
mujeres que hombres
Aunque el término sapiosexual
se aplica tanto a hombres como a mujeres, parece ser que predomina más en el sexo femenino. Cuando se les pregunta cuáles
son los valores que buscan en la atracción, aparte del físico, valoran mucho la inteligencia. Esto
no quiere decir que los hombres la valoren menos, pero responden antes con
otras variables que para ellos son prioritarias. Además, se dice que
el hecho de que las mujeres elijan a un hombre inteligente no es debido a una buena
conversación, sino que suponen que un hombre inteligente va a
tener más recursos económicos, o puede tener mejor carrera profesional. Sin
embargo, los sapiosexuales son un grupo escasamente estudiado y muy poco
conocido en general, menos incluso que los asexuales.
Sapiosexuales,
tecnosexuales, metrosexuales…
Por otro lado, también podemos
hablar del sapiosexual como aquella persona que se considera que su atractivo está en su inteligencia, así
como también hablamos de los tecnosexuales
o metrosexuales, quienes muestran su atractivo a través de los gadgets
tecnológicos o el cuidado exagerado del cuerpo, respectivamente. En definitiva,
la sapiosexualidad es una pieza más del repertorio de criterios que utilizamos
a la hora de elegir con quién nos gustaría estar. A fin de cuentas, si hemos de
pasar tiempo con una persona, más vale que esta nos ofrezca, por lo menos, una
buena conversación.
Al final de la vida lo mas importante será tener a una persona que pueda entretener, que pueda cautivar, a pesar de que ya no tenga un fisico atractivo. Me parece muy interesante saber de este sndrome, debido a que no sabia que existía, pero probablemente esta sea una condición muy provechosa en varios sentidos para quienes la padecen.
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